El lugar es maravilloso, una bodega de vinos con pocas mesas para compartir en familia o en pareja. De lunes a viernes ofrecen almuerzos con variedad en cremas de vegetales o granos y para platos fuertes una opción de ave, pescado y carne. La comida es espectacular. Los sábados (no abren los domingos) ofrecen bocadillos variados en pan gallego hasta las 3 pm. Les recomiendo el plato de quesos de cabra artesanales. La atención es personalizada.