Comida de calidad gourmet considerable, porciones bastante reducidas y con especialidad en preparaciones ibéricas de mar. El lugar es de difícil acceso, muy rural, en las profundidades de Galipán, de aspecto a villa española pintoresca y con espacios al aire libre que exponen la naturaleza de forma especial. Los precios son notablemente elevados, para un promedio de 60$ por comensal. El servicio aunque inicio bien y atento, con un protocolo de cubiertos y atención que se nota, fue disminuyendo a medida en que el restaurante se fue llenando de gente, haciendo que de a ratos estuviésemos desatendidos y nos quitaran los platos sin haber terminado, evidenciando falta de personal. La recomendación de este lugar es particular para quienes aprecian los alimentos del mar.
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