Fuimosnun grupo de 6 y la cuenta fueron 600$ con varias botellas de vino y pedimos un poco más de comida de la cuenta. Es una propuesta que gira alrededor del cordero, que es la proteína de elección en este restaurante ya que crian a sus propios animales. Recomiendo el tartar, y las croquetas de chistorra de cordero (no me encantó la lengua). De principales me gustó mucho el arroz meloso, la paletilla y el rack (muy normal el ragú). Especial atención a sus panes, se ve que cuentan con un panadero de calidad. Servicio impecable, un poco caro, incluso en relación calidad precio, sin embargo lo recomiendo.
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