Nada que ver con los restaurantes de Altamira Village, La Boyera o Los Naranjos, este es un restaurante de feria que deja mucho que desear, en mi caso esperaba algo mucho mejor, tal como la marca me tiene acostumbrado. Los procesos no están estandarizados con los otros restaurantes de la cadena y solo hay la opción para llevar, si uno quiere comer en el sitio le toca sacar los envases de la bolsa (sí, envases, no platos) y todos los comensales a comer directamente en el envase. No vuelvo.