Empanadas de buena porción, relleno adecuado, toque dulzón al estilo oriental y buen sabor, que superaron las expectativas que traía. Carta amplia y creativa que convierten a un alimento básico como la empanada en una opción interesante. Servicio atento, humilde y cortés. El lugar, aunque bien ubicado y tranquilo, le falta terminarse. Además, me encontré con unos baños en estado ruinoso sin jabón ni papel y las sillas no son tan cómodas. Comida que vale la pena consumir nuevamente.
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