Tenía mucho tiempo queriendo ir, pues de verdad se ve lujoso, bueno, gourmet. De hecho había estudiado el menú y me gusta lo variado. A veces no es bueno hacerse expectativas altas porque se sube la barra, al entrar no me pararon mucho, hasta que se percatan de mi presencia. Pedí El "Trío Lanz" para probar variado, traje: Wantón frito, costillas sal y pimienta, y lumpias. El wantón estaba muy tostado y seco (lo frieron en aceite muy caliente), las costillas sal y pimienta como que era "sin sal y pimienta", las lumpias simplonas con poco gusto y no crujientes. Realmente fui, lo conocí, no creo volver. Por calidad precio, prefiero ir mil veces a La Pagoda. Visita en julio 2023