Fui de visita con mis amigos y quedamos encantados. Nuestra experiencia inicio en la barra con unos cocteles muy refrescantes y de autor, la atención de los chicos es increíble. Al pasar a la mesa iniciamos con un picoteo y quedamos enamorados de las croquetas de jamón ibérico, del mauviel de langostinos y de los platos principales sin duda pediría nuevamente el arroz negro y la paletilla de cordero. Ni hablar de los postres que son lo mas rico que tienen, una tarta de queso y un choco mola son todo lo que no pueden dejar de probar. Sin duda es un lugar que volvería a visitar. El ambiente es sumamente ameno y su barra increíble para un picoteo en pareja o charla de amigas junto a un montón de cocteles.
2 Me gusta