Decidimos visitar ésta sede en el Centro de Caracas... Si andas en carro, el estacionar implica encontrar donde y un costo igual al del C.C. Cerro Verde. Luego, aunque no lo crean, nos encontramos una cola bajo el sol para entrar, mientras se ve al personal salir y entrar al local con bebidas. Una vez ubicados en la mesa la experiencia mejora. Ambiente abierto, dentro del patio central de una aquellas casas antiguas. Servicio joven, amable y eficiente. Decidimos ir por las pizzas... Las porciones son normales, y no son gran cosa, poca salsa sobre una grues, fria y muy seca masa (#3) c/u, un tecito frío normal (#2.5) y una torta de queso con topping de frutos rojos (#5) que salvó el almuerzo, muy buena a pesar que no tenía fondo de galleta. Quien sabe si vuelva por una de sus pastas...

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