He ido múltiples veces al Segundo Muelle principal en Perú, las porciones acá son mucho más pequeñas pero igual o más costosas. La cortesía de la casa bien, con huancaína, sin embargo no hay ninguna cevichería en Perú donde cobren la porción extra que se pidió, y aquí si. El pisco sour clásico le faltó bastante, estaba aguado (incluso tenía un pedazo de hielo), el de maracuyá normal pues el ácido hace que sepa mejor. El trío de ceviches estaba bien exceptuando el clásico que ponen en el centro, no sé si le faltaba limón o era el pescado que usaron pero no fue agradable. La jalea estuvo buena pero la zarza criolla desabrida y muy poca, en definitiva los platos son costosos para lo que son, iría de nuevo solo si voy en grupo y deciden ir allí por la experiencia de comida peruana, del resto debut y despedida.

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