El nuevo Lee Hamilton fue redecorado con un estilo impecablemente elegante y moderno, el ambiente y la atención excelente, jueves en la noche bastante lleno y con música en vivo. Conservaron su carta tradicional aunque los precios exageradamente caros. No tuve suerte con la selección, su siempre presente ensalada césar de berros estuvo salada en extremo y el churrasco de solomo por el contrario soso. Lo pensaría para volver.
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