Una propuesta interesante entre Arabe. Turco y Griego. Los mini dumplings de entrada son espectaculares y frescos, el kibbe crudo excelente y el cordero quizas el mejor que he comido, se deshace en la boca y tiene un sabor con mucho caracter. El servicio bastante malo, no entienden los protocolos de servir, olivadizos y negligentes pero amables.