Pasó un tiempo y volví a Conos Praga, esta vez a probar sabores de helado diferentes y con la monedita de chocolate. Los helados me parecieron frescos, de ese tipo que tienen mucha presencia de agua y ese sabor artificial, el pistacho, solo color y el crema real nada especial, la tan anhelada moneda de chocolate era mas manteca que cacao, solo decorativa. Sin embargo, lo mejor y mas distintivo es su esencia: El trdelnik. Excelente, y con su borde saborizado eleva la experiencia. El agradable, pero pequeño local se llena y se hace cola para entrar, el personal está tan ocupado que a veces se les olvida que hay gente afuera esperando por mesa.
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