Lo único bueno que le queda a este restaurante es la vista, como ha cambiado lo que era antes y lo que es ahora, tenía tiempo que no lo visitaba y sinceramente me arrepentí, los mesoneros corriendo en los pasillos y lo que había era como 6 mesas ocupadas, tardaron casi una hora para traer los platos principales, un restaurante que se presume de hacer buenas parrillas y lo primero que nos dijeron que no había punta. No colocan los precios de las bebidas en los menús y según mi cuenta pagamos por 04 jugos y 03 cervezas 01 agua igual que los platos.
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