Esta vez fui con intención de probar sus sandwiches. La verdad la versión cubana estaba muy buena,equilibrada en sabores, con un pan de miga suave y todo en su justa medida. Pero, cuando probamos el franchute, de verdad , le faltaba gracia, sabor, intensidad. Un sándwich bastante insípido, muy decepcionante. En cambio ,los te fríos,maravillosos, súper refrescantes y de gran sabor. Es un lugar simpático para pasar el rato en familia, tomar un café, ir por un dulce o comer. Tienen una biblioteca lista para también ser devorada por ávidos lectores/ comensales. Espero que logren mejorar el franchute, que en mi apreciación, le falta mucho para ser embajador de ese país. De resto, un sitio muy agradable para ir.
2 Me gusta