Es un restaurante muy bien ubicado (atrás de la torre del reloj), el ambiente es súper fancy, la comida es deliciosa, súper condimentada como me encanta. Yo pedí el black rissotto y de entrada la trilogía de ceviches. Para tomar el pisijito que estaba delicioso! Lo recomiendo totalmente. El servicio no es del todo bueno, no por actitud, sino por falta de conocimiento-experiencia.