Sorprende que getsemaní se haya popularizado en los últimos años y hayan emergido joyitas como esta. El servicio a veces deja algo que desear. El local es una maravilla para cenar en las noches cartageneros. Sus pastas y pizzas son muy buenas y adicional la relación calidad precio es de las mejores de toda la ciudad. Recomendadísimo!