El lugar tiene un toque de magia caribeña en su interior, se siente la alegría en sus platos , los ceviches peruanos de un sabor delicioso y con una nota de yerba buena, el cóctel de Pulpo en su punto y delicioso, el ceviche colombiano con el sabor del tradicional platano pícaro (canela y Kola Román) muy bueno y la paella de mariscos buen sabor muy bien presentada suficiente para dos, el ceviche con salsa de Maracuya estuvo bien pero no me termino de convencer.