Es un restaurante bien ambientado en la ciudad amurallada. Los meseros como que estaban peleados entre ellos y claramente afectó el servicio por múltiples problemas de comunicación. Las muelas de cangrejo son diminutas pero ricas, el pulpo a la parrilla es delicioso, las fajitas vegetarianas tienen mucho zuchini. Los tiraditos son un poquito simples pero buenos. El postre de piña a la parrilla con helado de coco es muy rico. Los precios son buenos.