Es difícil encontrarlos, pero una vez subes esas escaleras y llegas arriba, enseguida hueles el delicioso olor de la comida italiana. Muy buenas pastas, la putanesca de acá es una locura, las lasagnas también, la pizza es muy, muy sabrosa. Hace un poco de calor, por eso es mejor irse hasta el balcón, recibir la brisa y empezar a disfrutar.