El restaurante tiene un ambiente agradable con decoración hermosa, pero sacrifica mucho con dejarlo al descubierto a la merced del calor de cartagena. A pesar de contar con aire acondicionado no es suficiente para que uno este cómodo, literalmente se suda. Otro punto decepcionante fue la comida, el rissotto de mariscos , raviolis de centolla no amerita pagarlos para encontrarse con sabores tan comunes, poco novedosos y hasta por debajo del sabor estándar de estos platos de otros restaurantes.