Fuimos un grupo de 6 y nos pareció un sitio encantador, muy bien decorado y espectacular para un desayuno a su tiempo y sin afanes. El menú estaba adecuado con platos muy provocativos para desayuno y brunch. (algo que jo le gusto es haber pedido un sándwich de pollo y haber recibido uno con jamón de pollo, algo muy distinto a lo esperado). Me pareció que para los precios podrían dar un poco más de valor, los platos podrían incluir una bebida caliente. Muy agradable el sitio, con un poco de atención a los detalles sería fenomenal.