Si bien la comida y el ambiente es espectacular, lo realmente sobresaliente fue el Servicio. En el momento que estuve algunos mosquitos hicieron su aparición. No habíamos terminado de hablar del tema, cuando Roger, el Mesero, ya traía un repelente. Parecía que nos estuviera leyendo la mente. Además, la luna da Lyche es espectacular! Lo recomiendo sin ninguna duda.