Entiendo completamente porque Anthony Bourdain pasó por aquí. Espectacular la gastronomía local del valle, definitivamente la mejor marranita que he probado. Unos aborrajados sobresalientes y en los fuertes sobresalen las costillas de cerdo y la sobre barriga a la criolla. Para terminar, el cortado es increíble y el tinto es de otro mundo. La simplicidad en la cocina es su mayor virtud, de lejos! El servicio es lento y el sitio no tiene música, pero todo lo compensa con el sabor de la comida. Recomendado para ir con la familia.