Es un restaurante clásico de Cali. Tiene quizás una de las mejores pizzas al horno de piedra que puedes comer en la ciudad. El pollo al romero no es nada del otro mundo: poco jugoso y le falta sabor. Puedo recomendar las pastas cortas y la pizza de cualquier sabor: el queso y la masa son de muy buena calidad. El horno de piedra le da el toque perfecto.