La carta es extensa, tiene entradas y diferentes tipos de fuertes, nosostros queríamos fondue, ordenamos uno de queso, realmente nada del otro mundo, tenia demasiado Kirsch, siendo muy invasivo al paladar opacando el sabor de los quesos. La variedad de vinos es corta, y podrían ser de la mejor calidad. La relación precio/calidad no es la adecuada, en general los platos tienen precio elevado. No es un restaurante para ir con niños.