El lugar tiene un ambiente acogedor, los shows de baile lo mantienen entretenido, y por un momento uno se olvida que han pasado 30 minutos sin que lo atiendan, llega un punto donde ya es demasiado demorada la atención. La comida es rica, pero en mi opinión, es un restaurante de ir una vez, vivir la experiencia, y listo, no repitiria.