Entiendo que el concepto es ser un restaurante peruano “ de calle”, pero exageraron las mesas están casi en la calle, la música aunque adecuada para el concepto a un volumen insoportable. El servicio desordenado, poco atento. Los platos salen rápido en el afán de rotar las mesas. Me parece excesivo el precio por lo que es No volveré