El sitio es muy lindo y tiene excelente ambiente. El servicio es muy bueno y los meseros siempre están atentos. La comida no me mató. Pedimos de entrada croquetas de queso y patatas bravas, que estuvieron bien, pero el fuerte -pato confit y risotto con champiñones, no me gustó. El pato sabía bien pero no estaba bien confitado, y el risotto estaba crudo. La ensalada que lo acompañaba era cualquier cosa. Un amigo pidió las pastas primavera y también quedó desilusionado. Otra persona pidió el arroz de rabo de toro, y sí estuvo buenísimo. Los cocteles tampoco fueron consistentes, unos mejores que otros. Volvería a darle un chance, pero mi primera experiencia no fue la mejor.