Primero diré lo bueno y luego lo malo: El sitio es enorme pero es lindo y elegante. Nos atendieron muy bien y a mi esposo de cumpleaños le dieron un postre con helado. La sangría de sake es rica y refrescante lo raro es que es de color naranja. Las entradas todas estuvieron espectaculares pedí el trío de ceviches y brutal. El baño impecable. El servicio de 10 nos tuvieron paciencia y el tiempo de traída de platos fue rápido. Jueves de noche no hay fila. Ahora lo malo: puede ser poco pero es lo principal y es que los platos fuertes lamentablemente no estaban frescos. Los comentarios de la gente tenían razón. La corvina y el salmón no estaban de 10 les doy un 6, aguantaban, pero porque amo el salmón y siempre lo pido sé que no estaba fresco. Lástima. Todo lo demás perfecto pero el plato principal no era fresco y por sólo este ERROR no volveré.