Iba con muchas expectativas que se desinflaron rápidamente con el bajo nivel del servicio, la falta de silla para niños, más cuando al menos tres mesas en adición a la nuestra los tenía. La comida sosita, en esta oportunidad pedimos carimañolas, el envuelto de pescado y el arroz de camarón con Maduro. El postre fue el de rescatar, flan de caramelo con titote.