En Este lugar siento q he vivido. La atención es muuuy especial, cosa q aprecio muy especialmente. He ido tres veces y nuca defrauda nada. El clásico Amen es delicioso y de una porción perfecta. El pollo en salsa vietnamita de entrada es espectacular y sirve también como fuerte. Tal vez lo único que mejoraría es q se están quedando pequeños y no hay espacio. Sigan así, que van muuy bien. Cliente feliz y fiel.