Por primera vez fui a desayunar a Amartí y no me fue bien. Definitivamente es mejor opción para almorzar o comer. El servicio flojísimo, cabe anotar que nos tocó un mesero que parecía nuevo y no tenía idea de nada...lo malo ahí es que no tenía el acompañamiento de alguien que si estuviera en la jugada. Pedimos a la carta pues el brunch no lucía nada bien. Probamos el omelette con champiñones que extrañamente nadaba en aceite pero por dentro estaba seco, nada rico. Los huevos con espinaca en salsa de queso si estaban bien y la arepa con queso si es para recomendar. El chocolate delicioso. El servicio pésimo, el mesero no conocía la carta, se equivocó en el pedido, nos traía pedidos que eran para otras mesas además de que era demorado y había que pedir las cosas varias veces. No fue una buena experiencia