Wow no hay palabras para describir la calidad de los platos del nuevo menú del restaurante, tienen un nuevo chef Tailandés que sale a saludarte a la mesa con intérprete debido a que aún no ha logrado aprender español. La carta es amplia y los platos exquisitos y lo que más me sorprendió fueron los precios, realmente al alcance de cualquier bolsillo. El lugar es elegante, trendy pero a la vez informal. Una verdadera joya en Bogota. Súper recomendado para cenas en pareja principalmente.