Hace mucho tiempo no visitaba este restaurante y no recuerdo que cobraran la cuenta en euros y según la tasa cambiaria, lo cual resulta bastante absurdo. La calidad de la comida ha disminuido; no obstante, aunque un poco grasosos, los langostinos a la sepia estaban muy ricos de sabor. El local sigue siendo ameno y el tema de la cantada en vivo un más!