Caro y malo, la comida no es rica, los platos son muy pequeños y carísimos, el mocalhete de ribeye es un engaño, no es ningún ribeye, el aguacate del guacamole duro, en fin la peor experiencia de mi vida en un restaurante en Bogota, nos tocó un mesero bastante extraño que nos contestaba cosas sin sentido y nos hablaba en inglés locuras, pero no chistoso sino grosero, en fin si siguen así no le doy mucha vida al lugar, es una lástima porque el sitio como tal es lindo.