Recordando los desayunos cachacos de nuestra tierrita, la Florida trasporta (inevitablemente) a quellos tiempos de antaño de nuestros abuelitos. Auque la 19 es inmunda, uno se arriesga por su chocolatico con tamalcito.
Recordando los desayunos cachacos de nuestra tierrita, la Florida trasporta (inevitablemente) a quellos tiempos de antaño de nuestros abuelitos. Auque la 19 es inmunda, uno se arriesga por su chocolatico con tamalcito.
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