Pretencioso. La comida está bien pero no vale lo que cobran (la carta tiene los precios en euros convertidos a pesos). La carta es muy larga pues ofrecen comida española, portuguesa, italiana y hasta francesa y al no especializarse en nada, ninguno de los platos podría calificarse como excelente. Se demoraron bastante en servirnos la comida. Con la oferta gastronómica tan amplia que hay en Bogotá, la verdad es que no vale la pena gastar 30€ en este restaurante.