El restaurante no es acogedor ni remite mucho a lo árabe.. y la carta, aunque tiene buenos platos, no es muy variada. Me quedaría con restaurantes como Beirut. Los platos fuertes y las entradas son del mismo precio y son precios demasiado elevados para las porciones y para lo que son. Las bebidas también son muy caras. Para ser un restaurante árabe, que se trata de comida que uno debería en teoría compartir, los precios no son justos. No volvería. Me pareció muy normal, y demasiado caro.

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