Comida: Es de mis sitios de parrilla favoritos en Bogotá. Llevo 20 años visitándolo y sigo confirmando que realmente es mi preferido. La maduración del Lomo, que yo pido término azul, es perefecta. Con un sabor a leña exquisito. Un poco de chimichurri es suficiente. El acompañamiento de arepita y maduro perfecto. Si quieres puedes cambiar por verduras o papas francesas. Servicio: la atención es de primera clase, destacando el papel de Juan Carlos como maitre. Todo el personal lleva muchos años lo que indica que trabajan a gusto. Local: es una casa con una decoración simple pero correcta, agradable. Lo mejor es el jardín donde hay 2 mesas. También hay un salón de unas 4 mesas con TV ideal para comer bien y ver los partidos de la Champions. Conclusión: lo recomiendo encarecidamente si eres amante de las carnes rojas.