He visitado varias veces este restaurante y la comida y el servicio siempre son buenos. Sin embargo la última vez que fui el servicio fue increíblemente lento, eso siempre es muy molesto y daña la experiencia de salir a disfrutar de una buena comida. Afortunadamente los meseros supieron cómo manejar la situación: se disculparon por la demora, nos explicaron la razón y nos dieron un postre de cortesía. Es imposible quedar molesto luego de que te regalan un postre :) Quedé muy satisfecha con lo ocurrido porque en la mayoría de los restaurantes cuando hay una demora no hacen algo para compensar al cliente por la molestia. Seguro volveré a este Osaki.