Un clásico de buena parrilla como hay pocos en Bogotá donde hay muchos restaurantes de buen ambiente, algunos de muy buena cocina pero pocos de tradición. Acá todo es hecho rigurosamente de la misma forma, servido con mucha amabilidad y profesionalismo, en un ambiente muy familiar donde apetece volver. Carnes excelentes y tratadas con maestría, destaque para la entraña, la reina de los cortes americanos (no se conoce en Europa!) y simplesmente suculenta.