Maravillosa experiencia!. Los visitamos un viernes en la noche, de mucha concurrencia, y sin reserva alguna. Nos recibieron como en casa y nos buscaron un espacio en la barra del segundo piso, un espacio pequeño un poco aislado cercano, al balcon de la casa pero perfecto para compartir. El servicio sencillo pero impecable desde la "hostess", los meseros, hasta el jefe de cocina que se acerco a recomendar los platos y estar atento a nuestra experiencia. La Comida Grandiosa y exquisita!, "la Sacaron del estadio"!Las sugerencias han sorprendido nuestros paladares y dan ganas de probar absolutamente todo los platos. Como entrantes recomendadisimos los bueñuelitos de yuca, rellenos de trucha ahumada, acompañados de suero costeño y ají de panela; las empanaditas de brazo de cerdo acompañadas de ají chirere. De platos principales ordenamos un encocado de camaron Que es un espectaculo de sabores y texturas por el "cucayo" los camarones bañados en ese delicioso caldo de cangrejo y coco. Una sorprendente panza de cerdo con ají de maní y peras confitadas con un toque cítrico por las hojitas o brotes verdes que realzan los sabores. Por ultimo un plato de una mezcla particular pero deliciosa de Mollejas de ternera y un picadillo de calamar sobre una salsa de mostaza con un toque ahumado!... Muy buena acompañamiento de una sangría de frutas y vino blanco, y las gaseosas de la casa deliciosas!!!!. Uno de mis Favorito, y seguramente el de muchos, para visitarlos y descrestarse una y otra vez. Larga vida a Mesa Franca

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