Le di una segunda oportunidad a este restaurante, que elogian algunos amigos. Pero no logró superar la mala experiencia de la primera vez. Aunque el servicio mejoró y el tiempo de espera se redujo, el lenguado que pedí fue un desastre. Hipersalado y cubierto de unos anillos de calamar súper cauchosos. Esto revela tiempos de cocción pésimos y poco cuidado por los platos en la cocina. No habrá una tercera oportunidad de mi parte, para Esturión.