Es un restaurante tradicional en donde entrar puede convertirse ya en una victoria, pero dentro lo que más saca la cara por el es su comida, buena sazón, buena relación calidad precio e incluso podría decir que tiene un servicio rápido pero en definitiva hace falta meseros, es demasiado grande y concurrido. La carta es una gran hereamienta donde las fotos le hacen justicia a los platos! Muy rico definitivamente volveré