Qué delicia de comida, todo buenísimo. La decoración rústica, las botellas en el techo sorprenden con un ambiente acogedor. Qué sorpresa que al pagar NO RECIBEN TARJETA DE CREDITO. nos tocó dejar la cédula en garantía y desplazarnos a La Calera a un cajero. Que desagradable. Lleven efectivo.