Como siempre su ambiente es muy bueno y la música ideal. Está lleno de sorpresas entre esas: la cuenta!. No ha podido volver a las épocas en las que uno se chupaba los dedos. Las carnes secas y pasadas de termino. La carta es tan grande que ya ni saben que tienen. Hoy por ejemplo pedí unas albóndigas que pidió un vecino de mesa a la 1 onzas y no habían más porciones porque la planta no había despachado!. Eso en este sitio no es aceptable un domingo al medio día. Seguiremos viniendo pero con cuidado.