El ambiente y decoración muy paísas, la comida primordialmente antioqueña sobresaliendo la bandeja paisa, frijoles con chicharron y carne en diferentes presentaciones. Música en vivo todo el tiempo y la atención en mi caso particular, excelente. Los precios me parecen exagerados teniendo en cuenta que la comida es muy sencilla y no necesita para nada la participación de chefs de alcurnia.