Perfecto para tomar onces una tarde entre semana. Algo elevado en precio, pero la calidad de los productos lo justifica. Pedimos un parfait, un pan de chocolate y un chocolate. La porción de pan fue abundante y la presentación lo hace ver muy atractivo, además de lo fresco y crocante que resulta cuando se prueba. Un sitio muy agradable, en especial la decoración y el servicio. ¡La música también es un plus!