Esto es un insulto en cadena a la pizza y otras pastas que ofrecen. Es increíble como una cadena de tan baja calidad en sus productos puede crecer en la ciudad. Las pizzas son iguales o peores a las de por porción en la calle, son del todo callejeras. Secas, con una salsa de tomate base que sabe a plástico y con unos ingredientes baratos de pésimo sabor. Por más queso grasoso que le agreguen no pueden ocultar lo malo de su producto.