Este restaurante es en mi concepto un lugar de esos para almorzar rápido pero de calidad. Ejecutivos apurados entran y salen y entre cerveza, una copa de vino y agua almuerzan apurados para llegar puntuales al turno de la tarde. Atestado y lleno de ruido da la impresión de entrada por salida. Buena decoración más bien moderna y con meseros apurados también pero impecables corren de acá para allá con platos y bandejas. Comida muy rica y fresca. Me fui con la ternera apanada en salsa napolitana acompañada de pasta a las finas hierbas y me encanto. Buena porción y una cantidad de ingredientes bien frescos hacen de este plato algo bien rico. Lo recomiendo